El martes 2 de febrero, fiesta de la Presentación del Señor, celebramos en la Catedral de Salamanca la clausura del Año de la Vida Consagrada convocado por el Papa Francisco. En este mismo marco clausuramos el "Tiempo de Soñar" e inauguramos un nuevo tiempo de Asamblea: "Tiempo de Construir", que se prolongará hasta el 15 de mayo, y que lleva por lema: ‘Es tiempo de CONSTRUIR. Una Reforma’, dedicado a la renovación de personas, instituciones y estructuras.
La celebración dio comienzo en la Catedral Nueva, abarrotada de fieles que dieron cita para celebrar tan magno acontecimiento. Tras la monición de entrada y la bendición de candelas hubo una simbólica procesión por el interior del templo con dos paradas. La primera para clausurar el segundo tiempo de Asamblea. La segunda para simbolizar la clausura del Año de la Vida Consagrada. En ésta se proyectó un audiovisual que culminaba con un deseo: "Queremos ser vida consagrada samaritana, adoradora, profética, caminando junto a toda la Iglesia de Salamanca". Después la asamblea allí reunida partió en procesión hacia la Catedral Vieja donde se celebró una solemne eucaristía.
En su homilía el Obispo dio gracias a Dios por la vida consagrada: "Estáis llamados a ser 'Profecía de la Misericordia' del Padre. El testimonio alegre del amor a Jesús y a los hermanos hace de vuestra vida una luz que alumbra a la sociedad de Salamanca y un motivo de gloria de la comunidad diocesana. Estáis en el centro de su vida y santidad. Y os agradecemos de corazón la gozosa y abnegada participación en las tareas de nuestra Asamblea". Y refiriéndose al nuevo tiempo de Asamblea "Hoy, y en los días sucesivos de nuestra Asamblea, pidamos a Jesús que haga entrada de nuevo en el templo de su Iglesia, nos purifique y nos renueve con su Espíritu, nos enamore y haga realidad nuestro sueño de una Iglesia renovada, que sea luz para alumbrar a la sociedad de Salamanca, y casa de Dios siempre abierta y acogedora para los que volvemos cada día desde nuestra dispersión al encuentro de la misericordia del Padre y de los hermanos. (...) le pedimos hoy con más fe y más esperanza que siga construyéndonos como Iglesia diocesana con la fuerza de su Espíritu, que nos configure cada día más como verdaderos discípulos y como auténticos apóstoles de nuestro tiempo".
Tras la homilía hubo una acción de gracias de los religiosos y religiosas por su consagración. Después fueron presentadas dos jóvenes que van a recibir esta Pascua los sacramentos de la iniciación cristiana (Bautismo, Confirmación y Eucaristía): Marion Didier y Sonia Nahavid, vinculadas a la parroquia de La Purísima y la comunidad neocatecumenal de Sancti Spiritus, respectivamente. Nuestro Obispo durante su homilía les dedicó estas palabras: "Como el anciano Simeón estáis llamadas a bendecir a Dios porque os ha abierto los ojos para ver a vuestro Salvador".
Una vez celebrada la Comunión se abrió el tercer tiempo de Asamblea: ¡Es tiempo de construir!"realizándose un gesto simbólico con el que se representó el sueño que anhelamos, la construcción de una nueva Iglesia diocesana entre todos.
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